domingo, 29 de enero de 2012

Et la chaleur commence...

Me acabo de dar cuenta de que hasta ahora estaba viviendo en el paraíso y ahora nos encontramos a las puertas del infierno... Y es que el Harmatán ha desaparecido de repente, las noches ya no son fresquitas y durante el día hace tanto calor que no paro de sudar, me suda hasta el cuero cabelludo, y no sabéis las ganas que me dan de raparme el pelo!  Pero por lo visto lo peor está aún por llegar, febrero, marzo, abril son los meses más calurosos del año. Que no me pase nada!

La semana pasada estuve en Cotonu para hacer lo de mi visado, y volví a casa con las  manos vacías pero con esperanza. El viaje una maravilla, en un autobús (chino, por cierto) con aire acondicionado y todo! Cada dos o tres horas hacían la “arrête pipi”, la parada para mear, que básicamente es, te bajas del bus y meas donde puedes, delante de todo el mundo, claro! A mi me daba un poco palo sacar mi culito blanco al aire pero que remedio! El viaje duró como 7 horas pero no se me hizo muy largo, en el camino te ponen música y una especie de telenovela africana muy graciosa, y no precisamente por lo cómico del argumento. Bueno, el primer día fui al consulado español y allí poco pudieron hacer por mi, luego fui a la inmigración, y me pedían tantos papeles que casi me echo a llorar! (¿cómo se sienten los inmigrantes cuando vienen a nuestros países y les piden lo imposible?) Bueno, el caso es que fuimos a ver a un ministro que se encarga de los asuntos europeos y asunto arreglado! Sin problemas, vuelve en dos semanas y te lo hacemos en dos días! Si es que basta con conocer a gente influyente! Aquí como en todas partes, no? La gran ciudad es abrumadora. Realmente sentí que Cotonú es una ciudad y Parakou un pueblo. Lo más chocante para mí fueron las moto-taxi. Que esperanza de vida tendrá esta gente? Imaginaros un una gran ciudad, con un montón de circulación, yendo de un lado a otro en moto y sin casco, claro. Cuánto polvo y polución pueden llegar a tragar los pobres?

Y bueno, ya de vuelta a Parakou, esta semana ha sido un poco de locura. Estamos poniendo la página web al día, que vaya trabajito! Porque aquí estamos tan cortos de personal que todo el mundo hace de todo, y mi compañero, el director de recursos humanos, es el que se está encargando de ponerla al día, sin tener mucha idea del lenguaje informático, pero ahí lo está sacando adelante.  Luego me tocará a mí traducirla al español y al inglés, así que ya os avisaré cuando esté lista. Y bueno, el lunes pues resulta que el profesor de mi escuela (es que ya es mi escuela, que me han nombrado oficialmente directora de la escuela!) pues dice que tiene una formación para prepararse unas oposiciones para ser profesor del estado (porque pagan más) y que se tiene que ausentar 10 días, y nos trae un maestro para que le sustituya. Pero el caso es que era todo una mentira y que se había ido a hacer una formación para otro trabajo. Así que nos deja empantanados, y sobre todo a los pobres niños! Y cómo le puede hacer esto a los niños? me pregunto yo. Y la respuesta es simple: sabéis cuánto gana un maestro de escuela primaria? Unos 76 euros al mes. Y encima tiene un contrato de 9 meses, no de 12 meses porque la Fundación no tiene dinero para pagarle los 12 meses. Y su mujer está embarazada (o eso dice).  Acaso no haríamos nosotros lo mismo si estuviéramos en su situación?

Y aparte de estas cosillas esta semana he estado preparando un proyecto para presentar a una caja para que nos den dinero para poder mejorar las instalaciones del centro de formación de mujeres de Sirarou. La verdad es que nos hace falta el dinero, aquí hacen malabares continuamente, dependen de la cooperación española, que ha reducido tanto los recortes este año que no sé lo que va a pasar, y de donaciones particulares. Espero que nos lo concedan! Y en este punto me pregunto yo si la cooperación realmente ayuda. La cooperación es volátil, y la mayoría de las veces tiene demasiados condicionantes, que si no te doy dinero si no haces esto a mi manera, que ni no te concedo ayudas si no me compras este producto a mí… No les hace más dependientes? Esta pregunta se la planteo a uno de mi trabajo y me dice, bueno, depende de en qué se utilice la cooperación, si es en educación y formación no nos hace más dependientes, sino todo lo contrario…. Sí, en ese sentido quizás tenga razón, no? En fin, el tema es demasiado vasto y complicado para poder tratarlo aquí, pero ahí os dejo con esta reflexión.

domingo, 15 de enero de 2012

En la peluquería

Este sábado fui a la peluquería. Ha sido toda una experiencia! Una sentada de 4 horas! Así que dicen que el sentido del tiempo aquí en África es diferente. Yo tenía el culo ya que ni lo sentía! Y son tan amables que te dicen “bonne assise” (buena sentada), y tú tienes que decir “bon travail” (buen trabajo).  La peluquera nunca le había peinado a una Yovo como yo, y es que como nuestro pelo es más fino a la pobre le costó un montón hacer lo que me tenía que hacer. No me he hecho trenzas, me he hecho lo que ellos llaman “tissage”, o tejido, que es una mezcla entre peluquería y costura, todo un arte! Primero te hacen una trenza en la cabeza en forma de caracol, pegada a la cabeza, con tu pelo y unas extensiones, por lo que parece que tuvieras un casco, no sé si me explico bien, y luego te van cosiendo unas extensiones a esta trenza. Es una sensación rara, es como si tuviera un casco, no siento mi cabeza! Ayer me tuve que tomar un paracetamol de lo que me dolía la cabeza, porque esto tira que no veas! Hasta el comer me tiraba! Pero bueno, poco a poco ya va mejor. Ayer iba por la calle y les hacía mucha gracia que llevara un peinado africano y me preguntaban que por qué lo hacía si yo ya tenía pelo! Que razón tienen! Quién me mandaría meterme en este berenjenal? En realidad fue por pereza, porque me está empezando a crecer el pelo y me da pereza peinarme y con este nuevo look pues no hace falta hacer nada. El peinado suele durar como un mes, así que las mujeres tienen que pasar por este martirio cada cuatro semanas, y aunque estén acostumbradas desde pequeñitas a ellas también les hace daño. Las niñas de la escuela de la Fundación también se hacen peinados de estos, y cada vez que vienen con un look nuevo me cuesta reconocerlas!

Y es que cada vez admiro más a las mujeres africanas, me parece durísimo el rol que tienen en la sociedad africana: se ocupan de la familia (porque la carga de la familia está en ellas, ellas son el centro de la familia, el sostén, las que sacan dinero para la educación y la comida de sus hijos, el hombre se desentiende en muchos de los casos, aunque siempre habrá excepciones, claro) trabajan de sol a sol, se ocupan de sus marido y encima se pasan horas poniéndose guapas, porque van siempre súper bien arregladas, y NUNCA LAS OIRAS QUEJARSE! Si fuera yo estaría todo el día protestando! Pero bueno, ya dedicaré un capítulo a la mujer africana cuando conozca mejor la realidad, porque todavía no conozco lo suficiente.

Y bueno, no os he contado mis Navidades. La última vez que escribí os comenté que iba a ir a un bautizo el día de Navidad. Al final me puse malísima del estómago el día de nochebuena y no pude ir, así el día de navidad me lo pasé entre la cama y el baño! Pero bueno, aproveché en Nochevieja, que lo celebré con los compañeros del trabajo. El día de año nuevo me invitaron a comer en casa de uno del trabajo, luego a seguir comiendo en casa de su prima, luego fuimos a un pueblo en medio de la sabana donde también nos invitaron a comer, y para rematar volvimos a comer en casa de la prima, aunque esto creo que ya era la cena. Cuatro veces en un día! Y no creáis que era un poquito, no! Era un pedazo señor plato! Y es que por lo visto esto es típico el día de año nuevo, es una gran celebración, mas que el día de Navidad. Y luego a bailar! Yo estaba ya que no me podía mover al final del día como os podréis imaginar. La hospitalidad de la gente aquí es increíble. Para que os hagáis una idea, el otro día comentaba con un compañero de trabajo que tengo que ir a Cotonou a hacerme mi visado, y él me dijo que le llamara  una amiga suya que conocí hace unos meses, para que me acompañara en la gran ciudad, ya que ella vive allí. Y yo le dije que no quería molestarla, y que encima ella tendría que trabajar, así que ya me las arreglaría. Y me dice, “oye, eso de molestar lo dices mucho”. Y me explicó que para ella sería un placer acompañarme, que de ninguna manera le iba a molestar, y que si no pudiera venir conmigo que me lo iba a decir sin problemas, que la gente es así aquí. No creéis que esto sería casi impensable allí? Estamos siempre demasiado ocupados con nuestros propios asuntos, en nuestra vida a 100 por hora y estresada, y no tenemos tiempo para los demás, y menos para una persona que apenas conocemos!

El día de año nuevo llegó un farmacéutico de Bilbao que hacía 18 años que había estado en Benín, cuando conoció a Theodore, el que es ahora presidente de la Fundación. Tenemos un proyecto de construcción de un centro de salud en Banikoara, el norte de Benin, cerca de Kandi, y Borja va a ayudarnos con la farmacia. Ha estado aquí una semana, ha sido una visita relámpago. Pero hemos hecho un montón de cosas, hemos visitado hospitales (y quién se queja de la seguridad social allí???? esto lo dejo también para otro capítulo), farmacias, y todos los centros de la Fundación. Ahora hace falta recaudar fondos para construir un pozo, indispensable para el funcionamiento del centro de salud.

Bueno, gente, eso es todo por hoy. El martes me voy a Cotonou a arreglar mi visado, ya os contaré a mi vuelta.