lunes, 21 de noviembre de 2011

Première semaine

A ver, por dónde empezar. Llegué a Cotonou, Benin, el miércoles día 16. Para los que no lo conozcáis, Benin es un país del África Subsahariana que se encuentra situado entre Nigeria y Togo, en el Golfo de Guinea. Ya os añadiré un mapa para que lo veáis. Vengo como empleada de la Asociación Africanista Manuel Iradier (AAMI), de Vitoria, a trabajar para la Fundación Vida para Todos, en Benin, en una ciudad que se llama Parakou. Antes de llegar hice bien mis deberes: me compré una guía de Benin, donde hablaba de las maravillas de este pequeño país, me reuní con otros miembros o voluntarios de la AAMI que ya habían estado aquí anteriormente y me puse todas las vacunas habidas y por haber, y por fin aquí me encuentro. El balance de esta semana ha sido muy bueno. Es como me lo esperaba? Pues en parte sí, pero en parte no, porque por mucho que me lo imaginara, por todo lo que me habían contado, no es lo mismo estar aquí. Todo aquí es súper diferente.

Llegué a Cotonou a las 9´30 de la noche, con un calor aplastante, 28ºC, en contraste con los 2 ºC que había dejado atrás en París, donde hice escala desde Bilbao. Allí (en Cotonou) me quedé a dormir en casa de una señora muy amable, amiga del presidente de la Fundación, ya que el hotel donde me iba a quedar estaba completo debido a la visita del Papa, que llegaba ese mismo viernes. A todo esto, le avisaron a la pobre señora a las 10 de la noche de que llegaba yo, y hasta las 11:30 no llegué a su casa! Y es que la gente aquí es super amable. Al día siguiente salimos a eso de las 8 de la mañana, y no llegamos a Parakou hasta las 4 de la tarde. Hay poco más de 400km, pero el primer tramo de la carretera, aunque asfaltado, está lleno de agujeros. A lo largo de la carretea hay mil puestos de vendedores y vendedoras que te venden de todo, hasta gasolina! La gasolina es muy cara en las gasolineras, así que la compran en Nigeria para venderla en Benin. Y yo que pensaba que vendían bebida! Me quedé de piedra cuando me dijeron que era gasolina!
La verdad es que me siento un poco perdida, ya que me tienen que acompañar a todos los sitios, no puedo salir sola de casa porque me pierdo! En Parakou sólo hay unas pocas zonas asfaltadas pero el resto no lo están, asi que vas por un camino de tierra que parece que no te va a llevar a ninguna parte y de repente encuentras un montón de casas, tiendecitas, puestos varios... Ah! Y hay que ir esquivando los cerdos, cabras y gallinas que van por la calle. Todas las mañanas me despierto con el kikiriki de los gallos y con el canto de los musulmanes, que comienzan a rezar a las 5 de la mañana (creo que es esa hora porque no quiero ni mirar el reloj!). Y es que esta parte de Benin es mayormente musulmana, y aún más cuanto más al norte vas. En el sur son mayoritariamente cristianos.
Y bueno, aparte de la orientación, tengo que andar preguntando cada 5 minutos a ver qué es esto, y qué es lo otro, y cómo funciona esto... y bueno, en el mercado ni te digo! No sé lo que son la mitad de las cosas, ni lo que valen, y encima por ser blanco te intentan cobrar más. Y además, como aquí hay una mezcla enorme de gente de diferentes tribus cada uno tiene sus costumbres, y su idioma. En Parakou se encuentran mayoritariamente los Bariba, pero por ejemplo en el trabajo hay dos personas que son Fon, más bien del sur, y otro compañero que es Somba, del noreste. Todos hablan francés, un francés que por cierto me cuesta entender, pero cada uno habla además su idioma, o varios idiomas. Estoy intentando aprender alguna palabrilla en Bariba y en Somba, pero es muy difícil!
En fin, eso es todo por ahora, aunque podría seguir escribiendo y no parar. Ya me han dado el planning para el resto de la semana y voy a estar a tope! Mañana a visitar un colegio, que se llama La Segoviana, el miércoles dos centros de formación de mujeres, en Sirarou y Wenou, y el jueves hasta el martes o miércoles  que viene, Khandi, un colegio que se encuentra al norte de Benin.
Bueno, a la prochaine! Bisous a tous et toutes!